La maternidad, ese momento que nace desde el deseo o desde la alarma emocional que sentimos como un corrientazo paralizante cuando no llega nuestra menstruación. Decidimos, sí, así, con alegría, esperanza, ilusiones, ansiedad y sueños, entre lágrimas, perdidamente enamoradas, ser madres, poder gestar, parir, acariciar y alimentar. De repente la vida gira alrededor de esa criatura pequeña y dulzona, empieza la tarea ineludible de amor genuino, realizada a cabalidad sin razonar mucho, pues ya sabemos, como quien tiene un manual escrito en nuestras cotidianidades, cuales son las actividades del maternaje.
Empiezan los trajines, ¿recuerdan las citas médicas, las instrucciones de pediatría, las noches largas de llantos, el cansancio, los comentarios desmedidos, la ropa a medio poner, la casa a medio hacer, los bocados rápidos y un largo etcétera?
Nos llama la sociedad a responder sin tiempo ni medida por la crianza y el cuidado de las criaturas. Claro, esto está copado de una satisfacción personal increíble, nos hinchamos de orgullo sobre el deber cumplido de mamá, nos encanta verles sanos, amados, protegidos. Sin embargo, nos debatimos entre lo que entregamos y lo que queremos para nosotras.
Queremos tiempo para ducharnos, para salir solas, para tomar un café con amistades, para leer en silencio o hacer ejercicio. ¿Y qué hago con esa sensación de salir corriendo lejos? ¿Y cuando estoy lejos, qué hago con esa sensación de culpa por mi disfrute individual?
Nos sentimos culpables, como por cuotas, a ratos sí, a ratos no, por querer, por solicitar tiempo para nosotras solas. Nos sentimos incapaces para negociar nuestros sueños, nuestros emprendimientos, nuestras profesiones. Tan maniatadas con las labores de proveer y de cuidar combinadas, nos desbaratamos complaciendo a todo el mundo. Cuando miramos al espejo, estamos desdibujadas, no encontramos a la mujer alegre, a la mujer que se autocuidaba, a la que le gustaban ciertas cosas, la mujer que ya no ha vuelto a los lugares de su crecimiento o de su esparcimiento.
¿Se puede ser mujer y también ser madre? ¿Podemos realizarnos personalmente aún con la responsabilidad del cuidado y la crianza?
La respuesta para mí es sí. Pareciera que la maternidad es un obstáculo en sí misma pues la mirada social, la cubre con un manto de sacralidad, mientras evade la responsabilidad común del cuidado.
Una tarea individual que tenemos es desvestir la maternidad del valor de lo privado. Eso es lo más difícil, requerimos destejer la mirada que tenemos de nuestro “deber ser” sin sentirnos malas madres.
A mí personalmente me ha servido mucho, he estado construyendo mi propia maternidad como si fuera mi apuesta política de vida. Si quiero que algo cambie, pues empiezo por mí. Si quiero ser una madre que disfruta plenamente la posibilidad de contener y de auto complacerme, puedo sentirme gozosa y además entregar a mis hijos, una mujer arquitecta de su vida y sus decisiones.
También, por supuesto, exijo que el mundo vuelque la mirada hacia los cuidados. El tema debe estar en el centro del desarrollo humano, deben ser prioridad las personas dependientes y el acceso en todos los niveles de la sociedad, hablando ya de inclusión social con esta afirmación.
¿Cómo equilibrar las responsabilidades y el placer de vivir la maternidad?
Empezar por comprender que las labores privadas del maternaje no son exclusivas de las mujeres ni de las madres y que sin duda, necesitamos el acompañamiento de la comunidad, la familia, la pareja.

Claudia Tremblay, La madre y el niño en la mañana
Cuando vivimos una maternidad sin culpas, con la previa tarea de revisarnos, haciendo balances de cómo me siento, evaluando las satisfacciones personales y familiares, buscando en ellas el equilibrio que me permita saber hacia dónde nivelo el peso sin olvidarme de mí, sin sentirme avergonzada por metas o sueños individuales recogemos los frutos de nuestra propia transformación. Andamos seguras por escoger las rutas y además nos convertimos en ejemplos para que otras mujeres maternen desde sus propios espacios con sus propios elementos.
sí gracias por eso…maternar sin esclavitud de madre
❤????❤??❤??❤⚘?❤